Fuimos peces y después fuimos dinosaurios. Fuimos monos, hombres, Planetas. Sangre, sexo, cielo. Libros que no leímo...

martes, 31 de mayo de 2011

La máquina del tiempo

"¡Ay, como quisiera morir y después cenar!"
-Anónimo

 
Me quiero ir para siempre. Escoger a dedo un lugar en el mundo y salir en el primer vuelo. Tal vez en Miami me sienta más ligera, y ni qué decir de las Bahamas...Ver el mar a través de unas gafas rosa, ese es mi único deseo. Mentira. No quiero nada de eso. Quiero encontrar la máquina del tiempo y atravesar la HistEria de la Humanidad. Ver a los primeros hombres pintar esas mágicas figuras . Ser una sombra en La Caverna de Platón y descubrir el sol. Atravesar La Edad Media y encontrar la Piedra de la Locura , llegar a los años sesenta y  flipar. Ver las nubes disolverse en el cielo ochentero. Verme nacer y acompañarme en la vida como un ángel perverso. Llegar a este mismo punto,  entrar a este lugar,  encontrarme  escribiendo esto, contemplarme un rato  y después asesinarme despiadadamente. Cortarme en pedazos, ver la sangre correr,  verme morir,  y seguir viva...

sábado, 28 de mayo de 2011

Pero las sombras también son sexys...

Y el miedo es un agujero negro que conduce  a un lunes indiscretamente eterno.
 ¡No más mentiras llenas de estrellas!...
Ni falsos suicidios rosa en chuchaquis morales de Dios...

El cuarto espejo

Yo soy la otra. La que hace "click" al otro lado del espejo y la que se congela.Y después: la que se que quedó atrapada para siempre en el papel y la que en este instante, escribe esto.
De todas formas es una perversión, como dice Haneke, es una pereversión querer captar, querer guardar, querer desesperadamente poseer un insondable ser humano, ser inhumano. Querer parar el tiempo.
Por eso la imagen es triste, porque es el registro de lo que no está, la prueba de la ausencia, la constatación de la muerte.


La huella es el registro de lo que nunca existió, y aunque no importa, duele como el horizonte del mar resplandeciendo en milnovecientosnoventaycuatro



Patética confesión de domingo

La luz de los focos ahorradores es realmente deprimente (sobretodo en domingo).
Los fantasmas del chuchaqui conspiran. No hay a dónde escapar y tampoco hay internet. Auch. Quito se vuelve una pesadilla lenta.
A los siete años me fui un tren.  Parece que no fuera yo y que me despido, y quiero llorar, llorar porque ya no soy yo, porque me fui en ese tren y nunca volví, porque no he dejado de ahogarme desde que tengo siete años, ahogarme en una piscina azul que a veces se vuelve verde, que a veces se vuelve un lago verde profundo, aterrador.

PD: Yo trato de dejarme y amarme y despedirme y darme la bienvenida. Trato de ser otra pero es imposible (mi sombra me persigue) 

Ventana al fin del mundo. (Notas de Arsenio Sevilla)


Los últimos diez años Sevilla ha tenido contacto con una secta que recibe mensajes paranormales, la última vez que los vio no encontró buenas nuevas: el planeta está llegando a su fase final. El futuro inmediato no traerá nada bueno: terremotos, tsunamies, malos aires, depresión, ansiedad, enfermedad, muerte repentina, hambre, destierro, soledad. La humanidad se ha convertido en su propia plaga y se come a sí misma, el desierto corrompe el verde prado y poco a poco nos devela la verdad: nada existe.
Naturalmente, dice Arsenio, nuestra ciudad es la única que no ha sido sometida a este acabose.
Cuando los ángeles hayan tocado las siete trompetas esta ciudad no se habrá inmutado.Héroes manabitas bailarán rock n roll en las tarimas mientras el Apocalipsis tendrá lugar en otros mundos. Pero nadie hablará de ellos y en los libros nunca aparecerá su nombre. Serán invisibles.

Terapia Zen

Me dice que cierre los ojos y ubique “esa molestia” en alguna parte del cuerpo. “¿Dónde está?”, “¿Cómo es?”, me pregunta. Yo respiro. Veo luces. Creo que es café y se parece a un turrón, a un riñón enredado, podrido. Pero no pienso decirle porque me parece muy descabellado. Me parece vulgar. “¿Dónde está?”, insiste. “entre las costillas”, le digo, pero en realidad está en la cara.
“Ahora respira, sácala exhalando”. (Si claro, como si un buen día uno pudiera vomitar la piedra de la locura)
Pienso en las cuentas. En el tráfico. En un botón que se le salió a una blusa de mi tía.
“Siéntete como una flor”, me dice. Pero en mi banco de imágenes no hay rosas ni margaritas. Hago un esfuerzo sobrehumano y diviso un cactus marchito.
“una flor”, dice…
“abre tus alas, eres un pájaro”. Pero mi dulce baúl de recuerdos no encuentra picaflores, con las justas se aproxima a ver un buitre negro que se posa en el desierto. También veo un cuervo hurgando en la basura, y claro, todos esos pájaros muertos que cayeron del cielo el primer día del año.
“siéntete como un pájaro”, con las justas me siento como una rata
.

Algo así como...

“Y sobretodo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto”
-Alejandra Pizarnik


1
Cada atardecer es una crucifixión.
Cepillos de dientes destruidos. Paredes rayadas con lápiz. Nubes pesadas sobre Iglesias abandonadas.
Y ellos, como si nada. Inmunes a la luz amarilla del foco…
Ya no tengo seis años, pero este martes de carnaval se traga la luz.

2
La adolescente alcoholizada envenena a sus amantes con besos que desparecen como pompas de jabón. (Burbujas rosa salidas de una fiesta de quince)


3
El Silencio es un asesino en serie. Los espejos  encandilan y nos hacen llorar.
 La muerte ya no es tan evidente y se ha escondido  en las lentejuelas y en los diamantes de plástico, cada vez que se desmaquilla, el pintalabios se le corre y queda absurda. La pena es infinita ( creo que me estoy dando vueltas para no decir lo que en verdad tengo que decir, o tal vez no quiero decir nada, o tal vez no tengo nada que decir)


4
  Sólo quiero comerme el verano, correr por el verde prado que no es verde. Sentir la brisa en la cara y respirar en un cuadro de Renoir, cantar al borde del mar, encandilándome con los destellos del agua azul.


5
Fingir que no existe el pasado, que no existe la sombra. Fingir que finjo y  al fin sonreír. Ignorar la lluvia. Ignorar el asma. Ignorar “tus palabras inocentes que no me traen más que dolor”. Celebrar tu instinto asesino, creer en tu locura y  abrir el gas…
Y viajar juntos al cielo, sin majadería…

6
 Debatir sobre la naturaleza del deseo mientras afuera hay guerras civiles.  “Bailar show with you tonight” mientras afuera hay tsunamis, terremotos, invasiones extraterrestres.


7
Las mariposas salen del el esófago y se estrellan en las ventanas. Quiero querer. Deseo desear. “Recuerda a Diógenes”, decía ese cobarde… Pero Diógenes no creía en la chispa, seguramente Diógenes era un blindado, la vida pasando por su cara y el miserable atravesado por un “Severo Blindaje”, ignorando la belleza de esta maldita primavera…