1. La paranoia mueve montañas. La ley de la repulsión: mientras más huyes, más te acercas a él....
2. Unos cocinan, y otros comen...
3. El pozo es negro y profundo. Cuando llegas al fin, es el principio....
Fuimos peces y después fuimos dinosaurios. Fuimos monos, hombres, Planetas. Sangre, sexo, cielo. Libros que no leímo...
domingo, 29 de abril de 2012
miércoles, 25 de abril de 2012
La ventana indiscreta 1 (volverse "auto-espía")
“Un
cineasta es como un mirón, un voyeur. Es como si la cámara fuera la cerradura
del cuarto de tus padres. Los espías y te das asco, te sientes culpable. Pero
no puedes dejar de mirar”, dice un personaje de “The Dreamers” ,
película de Bernardo Bertolucci, citando a su vez, Cahièrs du cinéma . Sí, toda
obra artística debe ser una búsqueda, un ojo que espíe, que indague en lo
prohibido, que se atreva a mirar más allá.
Sin embargo para mí también funciona al revés: el placer no es sólo
del que espía, sino del espiado. Sabes
que te están mirando… y no cierras la cortina.
Así como espío situaciones, palabras e imágenes, abro una ventana para
exponerme ante el mundo. Y la acción creativa consiste en eso, en construir esa
ventana.
Hay situaciones en las que todo parece confabularse, el universo está lleno de signos que intentan armar un rompecabezas
perfecto. Entonces quisiera guiñarle el ojo a Dios, o mejor dicho, devolverle
el guiño, pero cuando me dispongo a hacerlo me doy cuenta de que no hay nadie
al rededor. Soy yo, el universo y ese guión invisible que aún nadie ha
escrito. ¿Qué me queda? , ¡escribirlo!, es decir, construir ese cómplice. Crear un agujero que invite a espiar lo que gusta y
asusta, un ojo que registre mi vida, y así, convertirme en mi propio
testigo... y sentir el privilegio de espiarme a mí misma.
jueves, 12 de abril de 2012
Una notita para mi ñaño
Ñaño, lo prometido es deuda. No he podido decir una palabra sobre ti. Todos los días te pienso, pero no te puedo hablar. Siempre que tengo miedo, escucho tu voz y me tranquilizo, y te veo vestido de Cuervo sonriendo en alguna parte. Tú sabes cómo es eso, es algo entre tú y yo.
Ayer al fin pude llorar por ti. Estábamos tomando unas chelas y de repente llegó esa canción, la de Charly, ojos de video tape. Entonces: algo de vos llega hasta mí… Te veo en tu departamento tomando media de zhumir, caminando por la Floresta con el Gordo. Nos abrazamos, tomamos más chelas y nos decimos ñaños, ¿te acuerdas de la vez que empezamos con eso? Fue en la primera fiesta de fin de rodaje, y se nos ocurrió a ti ya mi, después todo el mundo se empezó a llamar así. Pero fuiste tú el que me dijo primero “ñaña”.
Ñaño, todo era el principio, olía a nuevo, a futuro… haríamos muchas cosas, pero hasta mientras, teníamos Sui Generis e infinitas cervezas hasta el amanecer. Tu voz es algo que siempre está conmigo… y tu risa. Pero el viento sopla juerrte, y cada vez que intento pensar en ti una pared blanca se interpone, algo sólido que me impide entender cómo es que ya no estás en esta tierra…
Pero te decía que ayer escuché esa canción, y me acordé del Nico también. Los dos estaban presentes en el chupe. Así de fuerte. Y lloré. Y pensé en esa vez que cantamos Los Iracundos en el youtube, ¿te acuerdas? Y Resistiré….
La otra vez llegaba a mi casa en la noche y el cielo estaba despejado. Miles de estrellas resplandecían en el cielo. Galaxias, estrellas amarillas, azules, rojas. Todas brillaban como diamantes . Me quedé mirándolas unos tres minutos seguidos. Las estrellas están lejos y yo las miro, quizá en este instante ya no existan, pero yo las miro. Y miro el pasado, y tal vez el futuro. ¿Entiendes lo que te quiero decir?
Un tiempo pensé que el suicidio también puede ser un jaque. La sociedad no te mata sino que te pone la pistola en la mano y hace que te dispares. Pero tú lo tenìas planeado. Te fuiste a la francesa de esta reunión aburrida, antes de que sea demasiado tarde. No quisiste ver el olocausto canibal. It's better to burn out
Than to fade away... Y ahora estás On the road, trough the roof and underground…
Than to fade away... Y ahora estás On the road, trough the roof and underground…
Quería decirte estas cosas, que me acuerdo de ti, que siempre veo al Cuervo sonriendo y escucho tu voz y tu risa... y eres como un ángel que me ayuda a combatir el viento. Gracias por eso.
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