Dibujo inspirado en The Matrix. Lo hice por ahí en el 2008, con plumilla y tinta china. |
¿Las estrellas cuelgan del cielo con hilos?, ¿Alguien
sostiene al sol con sus manos y lo hace salir cada mañana?, ¿Cuáles son los
dedos invisibles que juegan con la luna? sí, la pregunta es, ¿Dónde están los
tramoyistas de esta farsa que se llama vida? Y más que eso, ¿Quiénes son? . En
algún lugar del inconsciente colectivo está la idea de que el cielo es una
bóveda sólida que se podría romper si se la toca con los dedos, es decir, la
idea de que el Universo tiene un principio y un fin, y por ende, una puerta hacia otro mundo en el que están los que mueven los hilos de este; otro mundo que es el “auténtico”, el “puro”, el “verdadero”. Esta es una de las ideas que surgen con la película The Matrix (1999)
creada por las hermanas Lana y Lilly Wachowski[1]
y
protagonizada por Keanu Reeves, Laurence
Fishburne, Carrie-Anne Moss y Hugo Weaving. The Matrix se
estrenó en los Estados Unidos el 31 de marzo de 1999 siendo el primer filme de
una trilogía (The Matrix Reloaded (2003) y The Matrix Revolutions (2003). The Matrix
es considerada una película de culto debido a sus conceptos
filosóficos posmodernos, basada en la primera película se han hecho varios
cortos de animación, juegos de video, novelas ilustradas.
En el futuro la
humanidad ha perdido la guerra contra las máquinas y sólo quedan escombros. El
mundo es un paisaje post-apocalíptico. En Zion- la última ciudad humana que
sobrevive- las pocas personas que han resistido están conectadas a máquinas,
las cuales se alimentan de ellas. Mientras los cuerpos desnudos son atravesados
por tubos que recuerdan a la obra plástica de H. R. Giger, las
mentes viven una falsa realidad virtual creada por programas de computadora que
genera la mátrix. Una realidad virtual más soportable: es 1999, la guerra aún
no tiene lugar, la civilización occidental todavía existe. En esa realidad, Thomas
Anderson, un hacker que vive en Chicago, recibe un llamado. Deberá elegir entre
la píldora azul (no despertar, fingir que no ha pasado nada y seguir siendo T.
Anderson) y la píldora roja (la verdad, por más difícil que esta pueda
ser).
La película hace varios guiños a los
clásicos de ciencia ficción y a la filosofía posmoderna. Thomas Anderson
despierta en su habitación y recibe un mensaje en el ordenador: “Despierta. La
matrix te tiene. Sigue al conejo blanco”, dicen las letras verdes en su
pantalla. Acto seguido, golpean la puerta. Son clientes de Anderson que quieren
mercancía. Anderson saca el software pirata que les entregará, de un libro: Simulacro y simulación de Jean
Baudrillard. Los que han leído este libro saben que The
Matrix está basada en su filosofía, la cual plantea que la representación
ya no es menos fuerte que el “original”. Vivimos un simulacro de realidad. En
la película, irónicamente el libro ha sido vaciado y solo funge de caja, solo
conserva la forma de libro, es decir, es la simulación de un libro. Seguido a
esto, Anderson encuentra al conejo blanco (guiño al clásico “Alicia en el país
de las maravillas”) tatuado en el brazo de una de las chicas que está en el
umbral de su puerta y a la que él obviamente sigue. Y empieza el viaje en el
que dejará de ser un hacker llamado Thomas Anderson y se convertirá en Neo, el
héroe que liberará a la humanidad de la Mátrix.
El viaje de Neo, al igual que el de Alicia, es
un viaje metafísico, el viaje de alguien al que la realidad le parece
insuficiente porque presiente que atrás de todo hay algo más. Tal vez por eso,
cuando Neo está a punto de emprenderlo, uno de los personajes le dice: “Abróchate
el cinturón, Dorothy. Kansas está a punto de desaparecer.”, haciendo otro guiño
a la fantasía, esta vez a El Mago de Oz.
Allá, al otro lado, el guía de Neo es Morpheo. Es oportuno
señalar que Morpheo era un dios de la mitología griega,
hijo de Hipnos (sueño) y de Nicte(noche); uno de sus hermanos era Tánatos
(muerte). Morpheo también quiere decir
guardián de los sueños. En la película Morpheo guía el viaje físico y
espiritual de Neo. Es él quien le hace un recorrido por La Mátrix. Al contrario
de Alicia en el país de las maravillas, la otra realidad que se plantea en The Matrix no es ilusoria ni bella, es
real y oscura. Como en el cuento La Noche
boca arriba de Julio Cortázar, en The
Matrix aquello que es “real” es lo que aparentaba ser ilusorio, y la
realidad que se creía original, es la “falsa” (aunque después el discurso se
complejice al plantear ninguna realidad como original ni falsa, sino todas las instancias
como parte de una serie infinita de variaciones). Si el mundo de oficinas, café
instantáneo, cabinas telefónicas y discotecas no es más que una farsa, ¿cuál es
la realidad?. Morpheo se la enseña a Neo: el cielo truena. Chicago (y el mundo
entero) es un botadero árido en el que las máquinas se alimentan de seres
humanos. “Bienvenido al desierto de lo real”, dice Morpheo, citando otra vez a
Baudrillard. El desierto de lo real no es un paraíso. Lo que hay más
allá de la Tierra no es el Cielo ni algo sublime. No es La Verdad a color como
en el caso del mito de la caverna de Platón. Tampoco es el infierno (“Que Dios exista aunque mi lugar sea el infierno”, dijo Jorge Luis Borges) sino el vacío. La nada. Los
escombros. Desierto.
Poner en tela de duda a la realidad no es una idea nueva. La
literatura de Phillip K. Dick, la
filosofía de Jean Baudrillard, el mito de la caverna de Platón, la película Ghost in the Shell son algunas de las
obras que anteceden y sirven como inspiración a The Matrix. En 1977 Dick ya dijo algo que sería una idea central en
la película de las hermanas Wachowski : "Vivimos en una realidad
programada computacionalmente y la única pista que tenemos es cuando una
variable es cambiada y una alteración en nuestra realidad ocurre". En el
libro Time Out of Joint (1959) del mismo Phillip K. Dick, el personaje
principal, que vive en una ciudad de California a finales de los años 50, poco
a poco descubre que dicha ciudad es sólo un montaje preparado. Otro ejemplo
parecido es El show de Truman (1998), de Peter Weir. En esta película el
personaje principal es presa de una farsa en la que su propia vida es un
programa de televisión. Estos ejemplos son versiones de una misma tesis: el
universo podría tener un límite, y ese límite quizá podría ser la puerta a otro
comienzo. Palpar el fin del Universo con las manos (escena que se muestra
gráficamente como una metáfora ilustrada en Truman
Show), ese hecho que imaginaban ciertas miologías en las que se pensaba que
después del mar había un vacío o que al mundo lo sostenían dos tortugas,
implica pensar en un límite físico. Pensar en el cielo como una bóveda sólida y
no como una nada infinita no es una idea tan descabellada. De hecho, Albert Einstein
concibe al Tiempo no como algo estático sino relativo, y al Espacio no como una
nada sino más bien como un tejido hecho de materia que se puede curvar, transformar.
Esta concepción del Universo es más bien femenina, pues no
concibe al Tiempo de forma lineal, tampoco supone opuestos binarios tipo
realidad-mentira, cielo-infierno, sino una serie de realidades que se
superponen, ad infinitum. No está de más pensar que en The Matrix el
propio «desierto de lo real» está generado por otra Matrix. Así, la realidad sería una infinitud de Matrix o más
bien de Matrioshkas que habitan no un solo Universo masculino sino una
infinidad de universos, por qué no, femeninos.
(Publicado originalmente en la revista Baibeca)
[1] Larry Wachowski nació en Chicago en 1965. En una conferencia de prensa otorgada en el mes de septiembre
de 2012, en el Festival de Cine Internacional de Toronto, dio a conocer
públicamente su cambio de sexo y su nuevo nombre: Lana Wachowski. Andrew Paul "Andy" Wachowski, nació en
Chicago en1967. El 8 de marzo de
2016, Andy reveló durante una entrevista al periódico LGBT de Chicago Windy
City Times, que igualmente se declaraba una mujer transgénero llamada Lili Wachowski
.
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