“Cagones como somos, máquinas de producir caca como somos, será nuestra propia caca la que acabará con la humanidad. Y no habrá Dios ni juicio final ni castigo a los pecadores, que todos cagamos por igual y si Dios existe, seguro que cagará también y a lo mejor hasta con crisis de estreñimiento, viendo el desmadre que ha creado”
-Jaime Bayly
Muchas veces ha tratado el cine escenas escatológicas (El Gran Banquete, La Vía Láctea, 101 días en Sodoma) Por lo general estos temas están relacionados a la comida.
Grandes banquetes que empiezan con lujos y terminan en la antesala del infierno. Caen los manteles y los vestidos y queda la piel, y depsués de la piel, el estómago y su sistema. Descontrol de esfínteres debido al exceso, el ser humano acaba denigrado, en su primera instancia, se reduce a sus instintos básicos, a sus fluídos y a sus vísceras. Empieza con la más alta alcurinia y termina en la tierra, sin distinción de clases....
Son dos opuestos: el cielo y la tierra, el paraíso y el infierno, el banquete y las heces...
Si hay algo que odia nuestra especie es la mierda. No la quiere ver, no soporta verla, y ha inventado mecanismos complejísimos para esconderla.
Lo que llamamos civilización es el disfraz de nuestra verdadera condición, el traje de seda con el que nos vestimos siendo monos. Llamamos humano a todo lo que hacemos para ocultar nuestra naturaleza. El homo sapiens sufre muchísimo escondiendo su caca, luchando entre lo que llama cultura y su naturaleza animal.
Llamamos “humano” a un ser racional y civilizado, sin embargo lo que es verdaderamente “humano” es lo
escatológico, lo visceral, mientras que la cultura es algo anti-natural que
varía según el lugar, o como diría Zizek “Cultura
es el nombre para todas esas cosas que hacemos sin creer en realidad en ellas”.
Se podría decir
que lo único que las personas tenemos en común son las necesidades básicas:
comer, cacar, dormir, tener sexo; esto, que es lo único que nos une, nuestro lazo más fuerte, lo tratamos de esconder a como de lugar. No ocultamos la mierda sólo porque apesta: lo hacemos porque nos recuerda nuestra
condición efímera en la tierra.
Negamos la mierda porque la mierda niega a Dios. La digestión es una pequeña metáfora de la vida y la muerte: mierda eres y en mierda te convertirás. Lo que un día fue un alimento rico y saludable, termina podrido y con mal olor. La mierda es el símbolo de nuestra propia muerte y por eso no la queremos ver, pues la cultura (esa gran mentira) nos ha dicho que al morir iremos al cielo, trascenderemos, nos volveremos ángeles, sin embargo la caca dice que no, que al morir no iremos al cielo sino a la tierra, y no nos haremos ángeles sino mierda. O como dice Kundera “el desacuerdo con la mierda es metafísico. El momento de la defecación es una demostración cotidiana de lo inaceptable de la Creación”….
¿Por qué tanta verguenza de las heces?, ¿por qué ese empeño en ocultarla?¿Por qué
tanto miedo de hacerse mierda?...
Hemos desarrollado distintos mecanismos para olvidarnos de la muerte. Queremos hacer Historia para sobrevivir, crear una especie de estrellita que nos dote de algo superior, algo Divino que nos diferencie de los animales y nos vuelva de alguna manera, inmortales. Sin embargo la mierda nos recuerda nuestra condición de putrefacción, de podredumbre, de finitud. Es el símbolo de nuestra humanidad en su estado más puro.Nos recuerda que somos mortales, que dependemos de un sistema biológico para sobrevivir,que estamos atados a una naturaleza que en cierta medida, nos domina. Que por más que intentemos trascender, evolucionar, jamás dejaremos de rendirle cuentas al cuerpo. Podemos escribir libros, condecorarnos, vestirnos de seda para recibir premios, pero nuestra caca se encargará de recordarnos todos los días que no somos sublimes, que somos otro animal más. Y que animales y humanos mueren igual: se hacen mierda.
Hemos desarrollado distintos mecanismos para olvidarnos de la muerte. Queremos hacer Historia para sobrevivir, crear una especie de estrellita que nos dote de algo superior, algo Divino que nos diferencie de los animales y nos vuelva de alguna manera, inmortales. Sin embargo la mierda nos recuerda nuestra condición de putrefacción, de podredumbre, de finitud. Es el símbolo de nuestra humanidad en su estado más puro.Nos recuerda que somos mortales, que dependemos de un sistema biológico para sobrevivir,que estamos atados a una naturaleza que en cierta medida, nos domina. Que por más que intentemos trascender, evolucionar, jamás dejaremos de rendirle cuentas al cuerpo. Podemos escribir libros, condecorarnos, vestirnos de seda para recibir premios, pero nuestra caca se encargará de recordarnos todos los días que no somos sublimes, que somos otro animal más. Y que animales y humanos mueren igual: se hacen mierda.
Negamos la mierda porque la mierda niega a Dios. La digestión es una pequeña metáfora de la vida y la muerte: mierda eres y en mierda te convertirás. Lo que un día fue un alimento rico y saludable, termina podrido y con mal olor. La mierda es el símbolo de nuestra propia muerte y por eso no la queremos ver, pues la cultura (esa gran mentira) nos ha dicho que al morir iremos al cielo, trascenderemos, nos volveremos ángeles, sin embargo la caca dice que no, que al morir no iremos al cielo sino a la tierra, y no nos haremos ángeles sino mierda. O como dice Kundera “el desacuerdo con la mierda es metafísico. El momento de la defecación es una demostración cotidiana de lo inaceptable de la Creación”….
a Zizek, genio y figura, seguro que le encanta El discreto encanto de la burguesía, de don Luis Buñuel, en el que un grupo de ricos aburridos se reunen para defecar y se aislan cuando quieren comer algo.
ResponderEliminarlo que nos une es que todos cagamos, gran tabú. nos diferencia la cultura: la gastronomía es cultura, ...hasta el sexo es cultura.
un abrazo.
Grande Zizek! Grande Buñuel! El discreto encanto de la burguesía es mi película favorita, de todas las películas!...
ResponderEliminarEsa escena que nombras es muy simbólica, ahora que lo pienso quizás debería incluir en este texto las citas que el cine le ha hecho a este tema escatológico. Y no son pocas: La vía Láctea, El Gran Boufette, 101 días en Sodoma, etc...
Gracias por la idea!
Abrazos!