Fuimos peces y después fuimos dinosaurios. Fuimos monos, hombres, Planetas. Sangre, sexo, cielo. Libros que no leímo...
miércoles, 31 de mayo de 2017
Balas al aire.
Tazas en la cama. Ropa en el piso. Un libro de Villoro en el baño. No importa, el día está como para leer un cuento bonito de Alejandro Zambra, pero pienso en pioridades, a ver, hasta ahora no acabo el de Puig, paso por paso, igual no hay tiempo para leer si tengo que mandar las correcciones de la tesis. Afuera el mundo sigue. Me siguen robando las ideas mientras doy de lactar. Pero no importa... Pierdo el tiempo escribiendo este texto lastimero en vez de seguir escribiendo esa obra de teatro, ese guion de esa serie, ese ensayo…. Doy pena. Recordar y sentir envidia de la juventud. Pensar que la juventud de una se acabó de un día para el otro. Pero siempre hay la posibilidad de una cerveza, una sola--- ¿Era tan bueno beber?, ¿De verdad?. Como se puede extrañar esas resacas infernales abrazada al escusado, porque si bebía es porque estaba sola. Ahora no estoy sola y extraño esas resacas. Recuerdo ese barsucho de pseudo poetas al que solía ir, las cervezas que me tomaba ahí… Recuerdo caminar por la Patria y fumar un cigarrillo con norteño. Y lo extraño profundamente. Pero cuando estaba ahí no era feliz. Me quejaba. Fumaba. Tomaba. Extraño lo que no hice y tengo envidia de mis familiares que están en Europa. Pero yo sí fui a Europa y me cagaba del frío, ahí estaba, aterrada en una esquina de Barcelona intentando seguir un google maps y viajar en Metro. Visitar museos. Leer a Carver en una cafetería moderna y decir que se ha viajado. Bonito, fue bonito. Transcribo las palabras que pesco en el celular mientras doy de lactar a mi bebé. Escribí algo sobre un libro de Galeano aunque escribir su nombre implique el desprecio de mis amigos escritores. La verdad es que hay autores y canciones que una no puede leer ni escuchar por el simple hecho de asociarlo a una persona nefasta, me pasa con Foster Wallace que me recuerda a gente que me caen mal y que es la misma que deja crecer su barba y se hace selfies en los Edoc. Mentira. Eso me inventé, pero si debe haber gente así. Tal vez solo sea la asociación libre con un ex novio funesto que idolatraba a dicho personaje, sí, y a Jaime Bayly o como se escriba. Pienso que debería hacer un blog de lo que hago ahora: ser mamá. Un blog de maternidad. Pero cuando de verdad siento la necesidad de hacerlo el tema se ha berreado tanto… Últimamente todo el mundo tiene un blog llamado “Mama moderna” o algo por el estilo. Leí que sacrificio significa trabajo sagrado. Pienso en que ojalá no se me caiga el pelo (odio la palabra cabello) entro al chat de lactancia y encuentro mamás quejándose de los maridos, mamás que piden consejos para la incontinencia, mamás que preguntan si será normal que los bebés lloren toda la noche, mamás que dicen que se les cae el pelo. Yo misma pregunto usando el término mamita que antes odiaba y ahora no me sabe mal, qué hacer para no encontrar pelos míos regados en la almohada. Nada que hacer. Toca bancarse. Todo sea por ellos. Me imagino calva. Qué manera de escribir huevadas, la mala costumbre de creer que después de escribir una buena dosis de pendejadas una verdad va aparecer, como porque le toca, como por esfuerzo, como si de tanto pujar… Como si la Verdad va a aparecer un buendía apunte cualquier cosa, cualquiercosa #cualquiercosa. Pienso otra vez en las ideas que se quedaron volando en el espacio sin fecundar. Una idea que era de esta idea de no hacer nada, de no concretar nada. Dos personajes que fuman cigarrillos desnudos en una cama con sábanas blancas después de tirar, y se cuentan sus ideas para cortos, largos, novelas. Ninguno ha hecho nada todavía. Son seres de ideas. Seres flacos que se alimentan de humo y de ideas. En blanco y negro me imaginaba pero no, muy hipster, muy yaaaaa… Podría aprovechar para poner en la boca de esos personajes mis propias ideas fallidas como la de ese corto en el que dos manes se encontraban a través del tiempo cuando empezaba el Internet, y mejor no escribo mucho más porque la idea es buena y me han de copiar, porque ahora me copian todas las ideas que aún no he hecho, solo queda tipear a ciegas a ver si algo se exprime algo se encuentra, teclear como un simio en un ordenador, la idea es bella como el principio del mundo, dicen que si le pones a un simio frente a una máquina de escribir, que si lo haces muchas veces, muchas, al final acaba escribiendo algo brillante como por ejemplo la historia del big bang, así es el azar, igual dijeron que mi prima tenía un tío biólogo que dijo que un mono escribió su tesis #sisepuede no puede ser de otra manera: un simio debió escribir con sus torpes manos el orden del universo, como los domingos que me levanto ávida de ciencia ficción, con ganas de encontrar un agujero negro en el clóset o leer a Borges pero no queda de otra que explorar la vil fauna de facebook de la que una es parte y encontrar genios de la procastinación y chicas orgullosas de su squirt, más bien debería, o #MasBienDebería hacer un Podcast para criticar a los que tienen un Podcast o acabar ese perfil del Luigi que empecé hace dos años, pero cada vez que intento volver a ese texto como que pasa algo medio malo como que me duele la barriga o tengo una pesadilla o me va mal entonces empecé a pensar que había una oscura relación entre el texto y mi destino, locuras, límite entre la superstición y el trastorno obsesivo compulsivo, mañas de la procastinación.
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Gracias por este texto.
ResponderEliminaruna bestia Cris que tuca
ResponderEliminarSagaz!
ResponderEliminarMe gusta leerte y recordarnos sentadas en la vereda vaciándonos literal una media de norteño de un sorbo.... y si , ahora con esta guagua pegada a la teta te imagino a ti igual y me sale la sonrisa ... de saber que la vida sigue y que aún puedo leer tus textos en lugar de ver tanto hedonismo en Facebook #amorpropio jajaja
ResponderEliminarjajaja Stefy! Recién leo tu comentario! Gracias por leer! Qué bacán! Ya quiero conocerle a tu beba!
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