Fuimos peces y después fuimos dinosaurios. Fuimos monos, hombres, Planetas. Sangre, sexo, cielo. Libros que no leímo...

jueves, 14 de julio de 2011

grito de oficina

Y de repente el cielo es demasiado para la palabra cielo, el concepto silla se ve reducido a un objeto inexplicable compuesto de patas y madera. Las líneas de mi mano son un garabato inconexo y mis ojos una especie de canicas que no se diferencian mucho a un pez. Existo, es la consecuencia de despertar a las tres de de la mañana cuando las palabras se han estrellado en las ventanas.

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