Fuimos peces y después fuimos dinosaurios. Fuimos monos, hombres, Planetas. Sangre, sexo, cielo. Libros que no leímo...

domingo, 30 de noviembre de 2014

Apuntes para un viaje

No he leído "On the road". Cada vez que quería comprarlo, algo pasaba. Cada vez que alguien me lo iba a prestar, algo pasaba. Entendí que debía esperar. Que no era el momento. Decidí- como esas cosas que una decide ciegamente- que el día que el libro llegara a mí sería una señal. Una señal de que ya era tiempo. Tiempo de hacer ese viaje. Tiempo de empezar a vivir.

Encuentro el libro una tarde. No me cae del cielo. No lo encuentro botado en una calle del centro. No me lo regala una persona especial. No. Soy yo la que va por él. Pero esta vez pasa algo diferente a las anteriores: lo encuentro. Lo llevo a casa. Pongo Bob Dylan y me echo en el sillón a mirarlo. Ya tengo el libro, pero para leerlo,  me hace falta el viaje.

Guardo el libro hasta encontrar un camino, una carretea en la que caminar.

***

Es verano. En verano  existir  mejor. La frase que me queda es una que leí tras visitar a un Maestro que me habló de conocerse a uno mismo .A estas alturas ya no puedes elegir la pastilla azul, me dijo. Pero algo me molestaba en mi interior. "Algo". Yo no quiero dejar de escribir, ni de tener pasiones, ni de tomar coca-cola. Soy muy mediocre. Y me molesta.  Mi cobardía, mi pereza, mi comodidad, mi conformismo.  Al salir de su casa   caminé un poco. Mientras esperaba el bus, abrí al azar las páginas de Demian, había escogido a dedo este libro entre varios más.  Lo volvía a revisar después de quince años. Lo abrí en un impulso y esperé la señal. Entonces leí: "Nada más molesto para el hombre que seguir el camino que le conduce a sí mismo". Es eso lo que me pasaba: no quería confrontar al espejo. Pero una puerta se había abierto. Y ya era demasiado tarde para cerrarla.
Ya nadie podría cerrarla.

***

Si me haría un tatuaje, sería un canto marinero. Esos que cantaban los valientes marineros a las sirenas. Marineros que seguían a las estrellas. Se embriagaban con la brisa, con la sal, con la luna.  Deliraban sirenas, hablaban con las ballenas. Y cuando el sol salía, seguían navegando, viento en popa.  Quiero escuchar su canto. Y también el canto de las ballenas. Seres  melancólicos que cuentan el Tiempo en su canto. Ballenas que acompañan en silencio a los marineros. Y son las mismas que   se suicidan. Ballenas que iluminan con su canto la soledad del océano que es la soledad del espacio. La soledad de mis sangre. Ballenas que se mueven bajo la luna, en las profundidades, allá donde no existen los hombres.

***

"Pioneer 10: el mensajero de oro
La proa del dragón que cruzó los mares del Norte,
buscando la aventura con el clan guerrero;
la galante sirena se inclina bajo la brisa
en barcarolas y mercantes de esbelto casco;
todos los descubridores de desconocidas tierras
se han ido en esta alada edad donde permanece la nada
en busca de extraños tesoros de alguna costa extranjera
abandonando la bien conocida tierra.
Ahora aparece el nuevo mascarón de proa del hombre
enfrentándose a la desconocida inmensidad.
Desnudo, veloz como las estrellas, mucho más allá de la llamada de los años.
Por parejas, o como extraño solitario en el exterior
ve, diminuto mensajero de tu propia raza,


y toca, si puedes, en puerto de algún lugar lejano."

***

Júpiter es una estrella fallida. Un proyecto de estrella que fracasó. No sé qué tan importante sea esa información ni a quién pueda servirle.  Pero saberlo me gusta. Me hace feliz en silencio.

***

Aunque no volví a su casa, algo pasó dentro de mí.  Entonces otra vez Hesse y el sol de verano. Los libros, la cámara que captura la luz y la transforma. Fui donde mi tío a grabar un pequeño video. Me encontré con su taller. Con su obra. El solo hecho de saber que existe ese mundo me hizo sentir viva. Supe que aunque no me había movido, el viaje había empezado.

***

Pienso en  Stevenson. Resuena en mi cabeza desde hace unos días. Se mete entre mis pensamientos. Aparece al amanecer. Intruso.

"No busco riqueza, esperanza ni amor,
ni siquiera un amigo.
Todo lo que busco es el cielo sobre la cabeza
y un camino para mis pies.”


***

No es un camino recto, sino un círculo o algo así, un laberinto alucinante en tres de. No hay tortura ni paciencia. Nada de eso. Porque no hay tiempo. Antes me parecía largo tomar la pastilla roja. Seguir "el camino" parecía una tarea larga. Larguísima. Eterna. Hoy, leyendo Siddarttha encuentro algo hermoso: todos somos nuestro opuesto. Y lo somos ahora. Todas las cosas se contienen. Y se contienen ahora. En un instante está el Universo. Al unísono. Entonces me parece más fácil, más bello, más posible.  Presiento algo en mi que quiere despertar. Quiero tocar esa nota que me despierte. Sí, el viaje ha empezado.

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